Vivir con obsesiones o tener pensamientos repetitivos, dudas constantes o sentir que necesitas hacer algo “por si acaso” no es lo mismo que tener TOC.
Pero cuando los pensamientos intrusivos se convierten en algo persistente, te generan un malestar intenso o te llevan a realizar actos repetitivos para calmarte, es momento de prestar atención.
Desde nuestra experiencia acompañando a personas con este diagnóstico, queremos ayudarte a comprender los tipos de trastorno obsesivo compulsivo más comunes. Y, sobre todo, a identificar si lo que te ocurre a ti puede encajar dentro de alguno de estos patrones.
Qué es el trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
El TOC es un trastorno que forma parte del Espectro Obsesivo-Compulsivo y se caracteriza por:
- Obsesiones: pensamientos, imágenes o impulsos que aparecen sin control y generan un malestar intenso.
- Compulsiones: conductas repetitivas, visibles o mentales, que se realizan para reducir la ansiedad o evitar que ocurra algo negativo.
Es importante dejarlo claro: no estamos hablando de manías ni de perfeccionismo. El TOC es un trastorno complejo que interfiere en la vida cotidiana y genera un alto nivel de sufrimiento.
Y aunque a veces desde fuera no se note, por dentro el sufrimiento puede ser muy intenso. Porque no puedes “no pensarlo” ni “dejar de hacerlo” solo con proponértelo.
Trastorno obsesivo compulsivo: tipos más comunes que vemos en consulta
Con los años hemos acompañado a muchas personas con TOC, y aunque cada caso es único, hay patrones que se repiten. Aquí te contamos algunos de los más frecuentes.
TOC de comprobación
La persona siente que tiene que revisar cosas una y otra vez: la puerta, la luz, si ha dicho algo mal, si ha escrito correctamente, si recuerda algo con precisión…
No se trata de ser despistado, sino de un malestar intenso o un miedo real a que pase algo grave si no se comprueba. Y eso puede hacer que tardes horas en salir de casa o enviar un simple mensaje.
TOC de limpieza y contaminación
El miedo al contagio o a ensuciar algo importante está muy presente. Aparece la necesidad de lavarse mucho las manos, limpiar objetos o evitar tocar ciertas cosas.
No es una exageración ni una obsesión con la higiene. Es una forma de intentar controlar la ansiedad o el asco que provoca la idea de “contaminarse” o “hacer daño a otros”.
TOC de repetición
Repetir frases, gestos o acciones hasta que se sienten “bien” o hasta que algo dentro te dice que ya puedes parar. Puede ser leer, tocar algo, contar o incluso pensar ciertas palabras.
El problema no es solo el tiempo que se pierde, sino el desgaste emocional que provoca.
TOC de orden y simetría (sentimiento de “not just right”)
Aquí la incomodidad aparece si las cosas no están colocadas de forma “correcta”, simétrica o armónica. Y no es solamente una cuestión estética. Se trata de que el desorden genera un malestar real.
La persona puede tardar mucho en ordenar, recolocar o repetir hasta que sienta que todo “está bien”.
TOC de contenido sexual, religioso o violento
La persona tiene pensamientos o imágenes mentales que no quiere tener, siente o teme sentir el impulso de hacer algo moralmente inaceptable. Tiene ideas sexuales, violentas o religiosas que para ella son incorrectas.
En estos casos, suele ir acompañado de un miedo intenso a perder el control, lo que genera mucha culpa y miedo. Porque aunque no hay un deseo real de hacer ninguna de esas cosas, no puede evitar esos pensamientos o imágenes en su cabeza.
Las compulsiones en este subtipo suelen ser internas (como rezar, repasar mentalmente…) o evitaciones de situaciones, lugares o personas que temen que supongan un mayor riesgo de pérdida de control.
TOC relacional o de responsabilidad
Dudas constantes sobre la relación de pareja, miedo a haber hecho daño a alguien sin querer, necesidad de revisar conversaciones…
También puede aparecer un temor intenso a ser la causa de algo terrible (un accidente, una enfermedad). La persona busca confirmar constantemente que todo está bien, pero la duda siempre vuelve.
¿Y si no te ves en ninguno exactamente?
No pasa nada. Muchos casos no encajan al 100 % en una sola categoría. De hecho, es muy común que los tipos de trastorno obsesivo compulsivo se mezclen o vayan cambiando con el tiempo.
Lo importante no es si tu caso tiene “nombre”, sino cómo te está afectando. Si sientes angustia, si los rituales te quitan tiempo o libertad, si algo dentro te dice que esto no es normal… es momento de escucharte.
El TOC tiene tratamiento
Si por mucho que te esfuerces por parar, te has dado cuenta de que no basta con tener fuerza de voluntad… No estás exagerando. Pero debes saber que el TOC se puede tratar y lo mejor es que hay enfoques terapéuticos realmente efectivos con este diagnóstico.
En Insight Centro de Psicología llevamos años acompañando procesos como el tuyo, con cercanía, sin juicios y desde la experiencia, con tratamientos de eficacia contrastada. Sabemos lo liberador que es entender por fin lo que te pasa y dejar de vivir con miedo o culpa.
Sea cual sea el tipo de TOC con el que te hayas sentido identificado, escríbenos. Juntos podemos empezar a cambiarlo.