En el ámbito de las cardiopatías, podemos destacar la importancia de algunos aspectos psicológicos que han demostrado predisponer a la aparición de enfermedad coronaria. Entre ellos destaca el patrón de conducta tipo A, la ansiedad, la depresión, y el estrés.
Por otra parte, la incidencia de alteraciones psicológicas también es muy frecuente tras sufrir un episodio cardiovascular. Aunque estos trastornos van a depender de la personalidad previa del paciente y de la evolución de la enfermedad, en el caso de la enfermedad coronaria, como el infarto agudo de miocardio, la aparición de alteraciones psicológicas puede ser superior al 50% de los pacientes.